El distrito I Centro Est de la ciudad de Génova, Italia, rinde homenaje al legado de paz y diálogo de Daisaku Ikeda
Benedetto Pesce Maineri, alcalde de los jóvenes de la municipalidad de Génova (izquierda) y el presidente de la Soka Gakkai de Italia, Alberto Aprea, descubren la placa en honor a Daisaku Ikeda
En febrero de 2024, el distrito I Centro Est de la municipalidad de Génova, Italia, adoptó la decisión de honrar a Daisaku Ikeda (1928—2023) con la instalación de una placa conmemorativa en el área de los cerezos del Museo de Arte Oriental E. Chiossone, situado en dicho distrito genovés. El documento tuvo en cuenta que el homenajeado había fundado numerosas instituciones internacionales que promueven la paz, la cultura y la educación, y que había defendido el diálogo como enfoque fundamental para encarar los desafíos mundiales.
En la sesión correspondiente estuvieron presentes los integrantes de la Junta Distrital: el presidente Andrea Carratù; la vicepresidenta Daniela Marziano; y los consejeros Tomaso Antonio Giaretti y Stefania Cosso; así como el director del distrito I Centro Est, Marco Pasini y la subsecretaria Anna Ciccarelli.
El Museo de Arte Oriental E. Chiossone, el más destacado de Italia dedicado al arte japonés, fue seleccionado como el lugar idóneo para la memoria del señor Ikeda.
El 12 de octubre de 2024 se llevó a cabo una ceremonia para descubrir la placa conmemorativa, a la que asistieron alrededor de setenta personas. En el acto, autoridades locales y otros ponentes alabaron durante sus discursos los esfuerzos por la paz del presidente Ikeda.
Placa conmemorativa
Entre los oradores se encontraba la profesora Elisabetta Colagrossi, experta en historia de las religiones y diálogo interreligioso de la Universidad de Génova, y portavoz del Consejo de Religiones de la municipalidad de Génova. Señaló en su discurso el logro del señor Ikeda al haber compilado en más de cincuenta libros el diálogo que había entablado con personalidades del mundo, a lo largo de su vida, haciendo hincapié en que no se trataron de meros intercambios académicos, sino de iniciativas transformadoras para crear un mundo mejor. La profesora reiteró la importancia de la transformación interior de los seres humanos como cimiento para la paz.
La doctora Colagrossi subrayó, citando los escritos de Nichiren, que el entendimiento y respeto mutuo favorecen el crecimiento. La placa, según indicó, constituye un «obsequio importante» que preserva la memoria de un gran pensador, y manifestó su deseo de que los presentes continuaran encarnando el espíritu de esperanza y diálogo del señor Ikeda.
El presidente de la Soka Gakkai de Italia, Alberto Aprea, pronunció las palabras finales compartiendo un mensaje del presidente de la Soka Gakkai, Minoru Harada. Destacó que la conciencia de la interrelación de toda vida y el compromiso de construir un futuro lleno de esperanza eran imprescindibles para hacer realidad la paz. Tras mencionar las novelas seriadas del señor Ikeda, La revolución humana y La nueva revolución humana, el presidente Aprea citó las primeras líneas de esta última obra, inscritas en la placa:
«Nada es tan preciado como la paz. Nada produce tanta felicidad. La paz es el punto de partida fundamental para el avance del género humano».
El señor Aprea remarcó que la transformación interior es esencial para proteger la sociedad de la guerra y establecer una paz duradera, observando que cuando las personas liberan su potencial y aúnan sus fuerzas por un cambio, se abrirá una nueva era de respeto a la dignidad de la vida. Para concluir, recalcó el papel crucial que desempeñan los jóvenes en esta transformación e instó a todos los presentes a seguir difundiendo el mensaje de paz y amistad del señor Ikeda para la posteridad.
[Adaptado de un artículo publicado el 2 de noviembre de 2024 en el Seikyo Shimbun, Soka Gakkai, Japón]